As Pontes se volvió a manifestar reclamando un plan industrial
"¿Cuántos despidos más y cuanto empleo más se tiene que destruir para que los gobiernos actúen?". Esa fue la pregunta que lanzó el secretario general de la CIG, Paulo Carril, al inicio de la manifestación en la Plaza del Carme con la que la central nacionalista da continuidad al calendario de movilizaciones "ante la falta de alternativas a la pérdida del tejido económico y los puestos de trabajo, y que incluyó a la convocatoria de una huelga general en noviembre de 2023 en la que el pueblo de As Pontes salió masivamente a la calle".
Calificó As Pontes como "la zona cero" del desmantelamiento industrial que padece el país frente a lo que reclamó de los Gobiernos que pongan en marcha un plan que garantice la reindustrialización y la creación de empleo -de igual manera que se hizo con el plan de desarrollo de 1997-, que se cree suelo industrial, que se materialicen ya los proyectos tan publicitados, que los fondos públicos destinados a la transición justa "sean una realidad" y que se reasignen los 1469 MW que estaban ocupados por la central de Endesa.
Criticó la desaparición "inexplicable e inaceptable" de la capacidad de evacuación a la red, cuando el propio Miteco identificó esta capacidad como una "fortaleza y oportunidad" para la instalación de nuevos proyectos industriales en las localidades afectadas por los procesos de descarbonización de la economía. Por eso, Carril reivindicó la convocatoria inmediata del concurso de transición justa en el nudo de As Pontes, manteniendo los 1469 MW, e incorporando todos los deberes correspondientes a la subasta pública.
"Sobre los múltiples proyectos anunciados públicamente para As Pontes a lo largo de estos años, el último informe de la Consellaría de Economía e Industria constata que, aunque ya deberían estar en ejecución e implantación, apenas han avanzado y todos siguen estando en fase de tramitación. El montón de empleos que se anunciaba con las plantas de hidrógeno, la fábrica de neumáticos, la de biofibra, el centro de hidrógeno y amoniaco, las centrales hidroeléctricas reversibles o incluso una planta de acuicultura, sigue siendo una promesa sin concreción real", denunció el secretario general de la CIG.
En esta línea, criticó que al tiempo que la estrategia de transición justa ha evidenciado su fracaso en términos de alternativas a la destrucción de empleo y a las pérdidas socioeconómicas derivadas de los cierres de las centrales térmicas, "Endesa, con el apoyo de los distintos Gobiernos, ya empezó el desmantelamiento de la central, dejando atrás un arroyo de despidos y traslados forzosos, y actúa impunemente sin asumir ningún tipo de responsabilidad social y territorial, mientras sigue haciendo caja a cuenta de expoliar nuestros recursos".
Por eso, Carril llamó a mantener e intensificar la movilización social "como único camino para obligar el Gobierno estatal, a la Xunta de Galicia y al Ayuntamiento a romper con su silencio cómplice y adoptar actuaciones concretas que doten As Pontes de un futuro digno".