El patrimonio arquitectónico de Abadín
Abadín cobija una serie de tesoros de cada una de las etapas de la historia que van desde los restos de la época megalítica y castreña hasta importantes edificaciones civiles y eclesiásticas de distintas épocas.
No se pueden dejar de visitar los principales restos prehistóricos, como el dolmen de Romariz, los castros de Os Castros, Fraiás-Terraxis (Moncelos), Abeledo y Romariz, las penas Abaladoira y Petitore y los monumentos megalíticos de Fanoi.
Haciendo un recorrido desde la época medieval, de la que quedan puentes que son los que dan forma al ayuntamiento, se conservan dos en buen estado, ambos en Romariz.
No medievo es también cuando se construye la iglesia de Santa María de Abadín, de la que solo se conserva del original a fachada. Situada en pleno Camino de Santiago, justo encima de un altozano, gobierna unas vistas de su montañoso entorno de labranza que dejan sin aliento.
Otra de las que merece una visita es la iglesia parroquial de San Xoán de Romariz. Construida posiblemente en el siglo XIII, de estilo románico, fue restaurada en el 2005.
La iglesia de Santa María de Moncelos es un templo del siglo XVI, de estilo renacentista. No interior destacan el arco triunfal de medio punto y los arcos de las capillas laterales, así como el interesante retablo mayor barroco del siglo XVIII, procedente de la iglesia del monasterio de Meira, además del retablo lateral plateresco popular del siglo XVII.
Cerca de la capitalidad está la iglesia de San Bertomeu de Cabaneiro, construida en el siglo XII, de estilo románico.
Destaca también la iglesia vieja de Santa María de Montouto. Fue construida en el siglo XVI, pero actualmente se encuentra en estado ruinoso y cerrada al culto desde 1965. No cementerio contiguo hay una interesante pila bautismal de estilo gótico final.
Más moderna es la capilla de la Virgen de Fátima, en Gontán, construida a mediados del siglo pasado. Está dedicada a la virgen en cuya honra se celebran fiestas en la localidad en el mes de mayo. La talla llegó a la iglesia una vez acabadas las obras, procedente de un taller de escultura de Santiago.
Con respeto a la arquitectura civil y militar quedan restos de pazos y casas grandes, como el Pazo de la Cercenada en Santa María de Graña. Se trata de un edificio de propiedad privada con grandes chimeneas y una galería acristalada de madera. Todo el recinto, con su propia capilla, se encuentra amurallado con una bonita puerta de rejas en la entrada. También destaca el Pazo de A Roxoa, en Castromaior, propiedad privada no visitable situado en la ladera de una colina que baja hacia el valle.
También son destacados el Pazo Torre de Escourido o la Casa rectoral de Labrada (siglo XIX). En este último lugar también se puede visitar la iglesia parroquial de San Pedro, situada en la aldea del Barral, que está hecha sobre un terreno sumamente quebrado y montañoso.
También en Barral está la Iglesia parroquial de San Xoán de Castromaior, emplazada sobre de un antiguo castro, con origen en el siglo XVI y reformada posteriormente. No interior destaca el retablo mayor barroco del siglo XVIII, dos laterales de traza popular y un arco sepulcral con el escudo de Xoán Montenegro, del 1622.
En estado más deteriorado están otros vestigios del pasado de Abadín. En Abeledo, en la aldea de Touceiras, hay una iglesia construida en el siglo XVII sobre uno antiguo castro y rodeada de una espesa arbolada autóctono. En estado ruinoso también está la antigua iglesia parroquial de Santiago de Baroncelle, del XVII.
En Fanoi hay que visitar la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, construida en los primeros años del siglo XVII.
También, es de visita obligada el Molino de Corvite, convertido en aula etnográfico tras su restauración. Situado en la parroquia del mismo nombre, se encuentra emplazado en el lugar de Laxe, en las orillas del río A Fraga. Este centro cultural tiene una gran actividad durante el año con el objetivo de mostrar las funciones tradicionales del molino y de los oficios agrícolas vinculados al mismo. No es el único de la zona, ya que hay una ruta marcada, que arranca precisamente en este lugar por el canal del río Anllo, en el que hay varios en distinto estado de conservación.