“Estamos trabajando para hacer otro tipo de actividades para familias y socios”

TerraChaXa
Baruk Domínguez es el actual presidente de la Asociación de la Banda de Música de Vilalba
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23 Nov 2025

Después de la desaparición de las últimas bandas existentes en Vilalba allá por los años de la Guerra Civil, no fue hasta el año 1987 cuando el Ayuntamiento de Vilalba, siendo alcalde en aquellos tiempos José María García Leira, decidió crear una escuela de música, de la que más tarde surgiría la nueva Banda de Música de Vilalba. Tras varios años de clases esta hizo su primera actuación; y un año después, en 1991, tuvo lugar en el Centro Cultural y Recreativo su presentación como asociación cultural sin ánimo de lucro.

En estos 35 años de existencia, fueron cuatro los directores que estuvieron a cargo de la banda. El primero de ellos fue Pepe Guntín Currás, persona muy vinculada a las actividades musicales de la Terra Chá. Tras su marcha, en 1993 se hizo cargo Xosé Rodríguez Ramos, por aquel entonces trompetista en la Banda de A Coruña y maestro de Trompeta en el Conservatorio de Vilalba.

Dos años más tarde, en 1995, tomaría el relevo César Concheiro Guerrico, maestro de Flauta en el Conservatorio Superior de Música de A Coruña, quien se mantuvo como director de la agrupación hasta 2021, cuando se hizo cargo de la batuta Dani Veiga Roca, actual profesor de Clarinete en el Conservatorio de Vilalba y en la ESMUVI.

A lo largo de estos años, la actividad de la asociación pasó por actuaciones en toda la geografía gallega y peninsular. El hito más destacado es ser una parte importante de la sociedad vilalbesa, y sobre todo en los últimos años volver a poner el foco en los más jóvenes, a través de proyectos como la Minibanda. El presidente de la Asociación Cultural Banda de Vilalba, Baruk Domínguez, nos cuenta sobre sus proyectos.

¿Cuánta gente forma parte de ella hoy en día y cuándo y dónde se formó?

Ahora mismo, cuando nos juntamos todos en fechas señaladas como San Ramón, el FIV, Santa Icía o Navidad, llegamos a ser hasta unos sesenta músicos, pero participando activamente en los ensayos, semana a semana, rondamos los cuarenta componentes. A eso hay que sumar una veintena de chavales que forman ahora mismo parte de la Minibanda. La mayoría de los miembros se formaron o están formándose en el conservatorio y en la escuela de música de la localidad, pero también hay gente que estudia en otros centros de otros municipios y personas que realizaron o están realizando los estudios superiores de música en ciudades. Así que podemos decir que contamos con diferentes niveles de formación, lo cual es una riqueza y un aprendizaje constante para todos.

¿Cómo es el día a día de sus miembros?

Hay chicos muy jóvenes que están estudiando en el conservatorio o en la escuela, y son los que más participan en los ensayos semanales, que por lo general son los martes y los sábados, aunque hay ocasiones en las que también ensayamos los viernes. Hay también estudiantes algo más mayores, que están completando sus estudios en otras ciudades, y que vienen un sábado cada cierto tiempo en función de su agenda. Otro perfil es el de los adultos que residen o trabajan en Vilalba, Lugo, As Pontes, Ferrol, A Coruña, Cee, Oviedo u otras localidades pero que no pierden el contacto con la banda. Por último, cabe destacar el perfil de algunas personas que están trabajando mucho más lejos, en ciudades como Madrid por ejemplo, y que aun no pudiendo asistir asiduamente a los ensayos, aprovechan sus vacaciones o días libres para venir a tocar con la banda.

¿Cuántos conciertos hacen al año?

Conciertos fijos tenemos el FIV en primavera, San Ramón en verano —incluyendo también el Certamen Literario y el Festival de Bandas Pepe Guntín—, el Concierto de Santa Icía en otoño y el Concierto de Navidad en invierno. Además, acompañamos musicalmente las procesiones de Viernes Santo y de Corpus Christi, que son tradición en Vilalba; y también participamos en otros actos de la villa, algunos organizados por el propio Ayuntamiento, pero también por entidades como el Conservatorio de Vilalba, el Instituto de Estudos Chairegos (Iescha) o la Liga Santaballesa. Cabe destacar que, además de la Minibanda, hace un par de años pusimos en marcha otro proyecto paralelo, el BMV Ensemble, con el que ya participamos en actos culturales como la entrega del Premio Agustín Fernández Paz. También tocamos en parroquias del entorno y hacemos actuaciones en otros ayuntamientos.

¿Cómo se elige la música?

La música la elige el director, en este caso Dani Veiga, pero en ocasiones como el FIV o San Ramón también hay aportaciones de otros miembros, especialmente los más jóvenes, que suelen pedir algún “temazo” de moda. En cualquier caso, en estos últimos años hay algo así como una premisa básica para cada una de las actuaciones centrales: el FIV tiene que mezclar música pop rock de diferentes épocas y también hacer alguna referencia a alguno de los grupos que tocan en el festival; en San Ramón los conciertos tienen que ser para todos los públicos, por lo que hay desde pasodobles y zarzuelas hasta canciones de moda, pasando, por supuesto, por alguna que otra obra de nuestra tierra; en Santa Icía, para honrar a la patrona de la música, optamos generalmente por un repertorio más ambicioso, de concierto, bien sea con música para banda contemporánea o alguna adaptación de algún gran compositor sinfónico; y en Navidad, solemos escoger alguna temática concreta, bien sean bandas sonoras, piezas tipo big-band o clásicos vieneses de año nuevo, o hacer una mezcla de diferentes estilos, contando también con la participación de colectivos como la Escuela de Teatro o las asociaciones de música tradicional. En otras actuaciones más estándar, el repertorio suele ser una amalgama de piezas.

¿Hacen otro tipo de actividades?

Tenemos algunos días de celebración y convivencia, en los que no faltan la comida y la fiesta, y también algunos “actos internos” que ya son tradición, como el Día del Sombrero, en el que hay premio para los mejores o más llamativos; o el Partido Celta-Dépor, que este año hicimos por primera vez en los campos de entrenamiento de A Madalena. Hace unos años, también pusimos en marcha dos proyectos. Uno de ellos es “El Podcast de la Banda”, un formato radiofónico de extensión y periodicidad variable, y el MiniBandCamp, del que ya llevamos hechas tres ediciones. De cara al futuro próximo, estamos trabajando también para hacer otro tipo de actividades, no solamente para los miembros, sino también para sus familias y para los socios.

¿Subvenciona el Ayuntamiento de Vilalba la formación y su mantenimiento?

Técnicamente, la fórmula de colaboración que nosotros tenemos con el Ayuntamiento de Vilalba es la de un convenio que se renueva anualmente. Esta contraprestación sirve para sostener el funcionamiento diario de una asociación sin ánimo de lucro que, más allá de esto, solamente cuenta como ingresos fijos con la aportación de los socios y con una ayuda de la Diputación para comprar material o para programar alguna actividad. Después, también estamos a disposición de otros ayuntamientos o entidades, siempre y cuando la agenda y la disponibilidad de músicos nos lo permita.

¿Cuáles son los planes de futuro?

Ya es una realidad el proyecto de la Minibanda de Vilalba, un proyecto que ya está en su segunda fase, por decirlo de alguna manera. Surgió por iniciativa del actual director hace tres años, con niños y niñas que comenzaban a dar sus primeros pasos con sus respectivos instrumentos, y hoy muchos de ellos ya son miembros activos de la banda “de los mayores” y otros nuevos músicos están tomando el relevo. Entre los planes de futuro entran, por supuesto, mantener y consolidar esta cantera, e incluso diversificarla para llegar a contar con niños que se animen a probar instrumentos menos populares y que la banda necesita, especialmente en lo relativo a la sección de viento metal. Ese trabajo de base es el que puede permitir que la banda crezca, en el mejor sentido de la palabra. Pero también tenemos otras “ambiciones”, como participar más en la vida social de la villa, por ejemplo con la programación de algún concierto de música más ligera y bailable en alguna ocasión que así lo requiera. También tenemos como objetivo crear “red” con otras agrupaciones y ayuntamientos de la zona, para pensar actividades en conjunto.

La banda tiene un lazo fuerte con el pueblo. ¿Cómo se formó?

Somos una asociación sin ánimo de lucro, con una voluntad altruista y una misión humanista. Eso no es algo desinteresado, y me explico. Las personas que estamos al frente de la banda no tenemos un interés pecuniario, faltaría más, pero sí un interés profundo en que nuestra actividad tenga una repercusión social, cultural y educativa para quien participa de ella de un modo u otro. Eso sí que es trascendental para el futuro de un pueblo.

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