La CHMS termina trabajos de conservación en 61 kilómetros de ríos de la comarca de Terra Chá
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) finalizó los trabajos de conservación y mejora de 61 km de cauces en Terrachá, concretamente en los municipios de Vilalba, Cospeito, Castro de Rei, A Pastoriza, Friol, Abadín, Guitiriz, Begonte, Outeiro de Rei y Rábade.
“Se minimiza el riesgo de inundación en zonas próximas a núcleos urbanos, infraestructuras o parcelas privadas” ha explicado el presidente de la CHMS. “Hemos trabajado intensamente en los ríos Madanela, Támoga, Miño, Parga, Azúmara, Anllo, Narla, Ladra, Parga, Labrada, Miño-Negro, Vilaflores, Úbeda, Ladroil, Veiga, Lagoa Fonmiñá y en los regatos De Fábilas, Do Pazo y De Veiga, con el objetivo de aminorar los riesgos ante episodios de intensas lluvias”, ha añadido
Se trata de actuaciones programadas con el objetivo de conservar y restaurar la hidromorfología natural de los cauces para mejorar su resiliencia y adaptación al cambio climático; consistentes en la retirada de árboles, troncos y ramas tumbadas sobre dominio público hidráulico y zona de servidumbre que provocaban numerosos taponamientos; asimismo se procedió a la tala, troceado, apilado y retirada de múltiples árboles secos caídos o en pie presentes en el tramo de actuación.
“Se realizaron, además, actuaciones de restauración hidrológico-forestal para el control de la erosión y la protección de márgenes en zonas concretas, a través de soluciones basadas en técnicas no invasivas y ambientalmente sostenibles” ha recordado el presidente.
“El conjunto de actuaciones descritas contribuye a mejorar y restaurar el bosque autóctono de ribera para recuperar la morfología fluvial natural del río, modificada por las barreras artificiales” ha concluido Quiroga
A Lagoa de Fonmiñá
Los trabajos en Terra Chá incluyeron una actuación distinta a las descritas que se ejecutó en el espacio natural que conforma la Lagoa de Fonmiñá, en A Pastoriza, zona emblemática de la demarcación, considerado tradicionalmente como el nacimiento del río Miño, muy próxima al Pedregal de Irimia.
En la zona norte de la laguna se observaba una densa cobertura de Typha spp. -espadaña- en expansión, sobre una zona de sedimentación de finos; ambas márgenes presentaban abundante vegetación de Carex spp., Salix spp., Fraxinus spp. y Alnus lusitánica con algunos individuos muertos, enfermos, con estabilidad comprometida o con ramas rotas.
Para preservar este paraje único, se llevaron a cabo actuaciones de retirada manual de la mayor parte de la cobertura en superficie de la planta acuática Lemna minor (80% aproximadamente), desde la orilla y con apoyo de embarcación de bajo calado evitando así el pisoteo sobre el lecho que pudiera perjudicar a la población de Chara spp. (Hábitat 3140).
Además, se realizaron labores de mantenimiento de canal de drenaje, creado en una actuación previa ejecutada por la CHMS en 2019; en concreto se retiró parte de la Typha spp. para mejorar las condiciones de drenaje y renovación de agua en la laguna, utilizando los medios manuales. Actuaciones que se completaron con la retirada de algún pie arbóreo con riesgo de caída debido a su pronunciada inclinación.
La inversión final superó los 540.000 euros, cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), con una aportación del 60% de lo presupuestado; en el marco del Programa Operativo 2021-2027.
Estos trabajos se enmarcan en el Objetivo Específico 2.4, que pretende “Favorecer la adaptación al cambio climático y la prevención del riesgo de catástrofes, así como la resiliencia, teniendo en cuenta los enfoques basados en los ecosistemas”, que están sujetas al cumplimiento de la Condición Favorecedora 2.4 Marco eficaz de gestión del riesgo de catástrofes de acuerdo con lo establecido en el Reglamento (UE) 2021/1060 del Parlamento Europeo y del Consejo.