La oposición habla en Vilalba

PP
El Partido Popular fue la fuerza más votada en el 2023 pero no logró la mayoría absoluta que necesitaba, por lo que la unión del resto de fuerzas los dejó en la oposición. Al frente del mismo está Sandra López, que sustituyó a la cabeza de lista, Sandra Vázquez, cuando esta marchó para la Xunta.
“Formo parte de la política local desde mayo de 2023. Nunca antes había participado, pero acepté ir en la candidatura del Partido Popular porque confío plenamente en Sandra Vázquez: es una persona seria y trabajadora, y además tenemos una buena relación personal”, explica.
Su entrada en política responde a una voluntad clara de mejorar el ayuntamiento desde la oposición: “Tratamos de ser útiles haciendo una oposición responsable, tanto en las críticas cómo en las propuestas”. Recuerda que su grupo representa “a 3.810 personas, el 45,84% de los votos, siendo la fuerza más votada en Vilalba”, por lo que defienden que “esa parte de la población merece ser escuchada”.
Sobre el papel de la oposición, lo tiene claro: “Controlar la acción de gobierno y transmitir las necesidades del vecindario”. Una labor que, admite, exige sacrificios personales: “Es duro compaginarlo con la profesión y restas mucho tiempo a la familia y al ocio”. Con todo, asegura que “el más gratificante es conseguir mejoras reales para las personas”.
A nivel económico, explica que “en la política no hay horarios” y que “las retribuciones fijas dependen del que se aprueba en el primero pleno, pero no compensan el tiempo dedicado”.
Sobre la trayectoria de su partido, reivindica: “El PP gobernó hasta 2019 y dejamos una importante huella: el polígono industrial, el área recreativo de la Magdalena, el auditorio, el conservatorio, las guarderías, la estructura de servicios sociales, el centro ocupacional, la red viaria en el rural o el FIV, entre otras muchas cosas”.
Sus objetivos actuales están orientados a “cumplir el mandato de los votantes y trabajar para que el Partido Popular recupere la alcaldía”.
Respeto a los pactos de gobierno, considera que “son legítimos, pero otra cosa es que den estabilidad”. Apunta directamente al gobierno actual de Vilalba: “PSOE y Vilalba Abierta están protagonizando reyertas internas que los vecinos ya perciben. Como dicen nuestros mayores, ‘a la casa de muchos dueños nunca le faltan goteras’”.
Entre las prioridades de su programa señala “el impulso del polígono industrial y del comercio, la atención al rural y la prestación de servicios públicos de calidad”. También alerta de múltiples necesidades: “Es urgente mejorar la movilidad, crear aparcamientos, revisar lo PXOM paralizado, mejorar el servicio de ayuda en el hogar y mantener las infraestructuras”.
Finalmente, define las relaciones con el gobierno como “complejas”. Acusa al ejecutivo local de bloquear su acción política: “La alcaldesa convierte nuestras mociones en ruegos para impedir que prosperen. Es curioso que Vilalba Abierta, que antes criticaba estas prácticas, ahora las aceite en silencio”.

BNG
Desde mayo de 2023, el BNG volvió a contar con un representante en el Ayuntamiento de Vilalba, en este caso es Constantino Alvite, Tino, que, aunque nuevo en el cargo, lleva años vinculado a la política local. “Como concejal estoy desde mayo del año 2023, pero en las listas del BNG ya fui en anteriores convocatorias”, explica. Su compromiso se basa en la defensa de la causa pública y en la transparencia: “Nuestra labor en la oposición consiste en controlar la actividad del equipo de gobierno e intentar que nuestras propuestas sean atendidas, siempre en beneficio de la comunidad”.
La acción del BNG abarca todo el ayuntamiento. “Llevamos a los plenos iniciativas basadas en nuestro programa y en las necesidades que nos traslada el vecindario”, afirma, subrayando la independencia del partido. “Con uno solo concejal hemos presentado más mociones, ruegos y preguntas que otros grupos con ocho representantes”, destaca.
A nivel personal, reconoce los sacrificios: “Implica renunciar a tiempo con la familia, ocio y descanso”, pero valora los logros, como “resolver problemas de un colectivo o mejorar servicios públicos”, citando el caso de un escolar abandonado por la Xunta.
Nunca formaron parte del gobierno municipal, y matiza que su trayectoria fue siempre “honrada y desinteresada”. Los objetivos políticos están claros: “trabajo serio y comprometido que redunde en beneficio de las personas”. Sobre pactos, el BNG apuesta por “proyectos de futuro que reviertan en el beneficio del vecindario” y mantener “la máxima transparencia posible”. Su programa se centra en áreas clave como servicios públicos, medio ambiente, igualdad, cultura o juventud.
Entre las principales necesidades del ayuntamiento señala la peatonalización de la Plaza de la Iglesia, la rehabilitación del casco histórico, la situación del PAC o la exclusión de Vilalba del fondo de transición justa. Las relaciones con el gobierno son “cordiales, pero reclamando proyectos que respondan a los intereses comunes de la ciudadanía”, con un objetivo claro: “un gobierno progresista de izquierdas”.