Los 50 años del CEIP Ramón Falcón

El 31 de mayo será una fecha muy especial para la comunidad educativa del CEIP Ramón Halcón de Castro de Rei, que celebra su 50 aniversario. Medio siglo de vida escolar que será homenajeado con un programa festivo y emotivo, cargado de simbolismo, memoria e ilusión por el futuro.
La celebración comenzará alrededor de las 12:00 horas, cuando el centro abrirá sus puertas a todas las personas que quieran visitarlo y reencontrarse con los corredores, aulas y espacios que marcaron su infancia. La visita no será guiada, pero el equipo docente estará presente para resolver dudas y acompañar a los antiguos alumnos y visitantes.
A partir de las 13:30 horas, la fiesta continuará con una sesión vermú, que dará paso a la comida popular. Por la tarde, los más pequeños y mayores podrán disfrutar de animación infantil y música con monitores, así como de otras sorpresas, entre las que destacan sorteos de lotes donados por comercios locales que quisieron colaborar en la celebración, bien con aportaciones económicas o materiales.

Este 50 aniversario llega en un momento lleno de reflexión sobre lo camino recorrido. El CEIP Ramón Halcón fue, en otro tiempo, un centro que llegó a acoger cerca de 800 alumnos. En la actualidad, el número descendió hasta los 59 escolares, un reflejo de los cambios demográficos en el rural gallego y de las reestructuraciones educativas. Su creación coincidió con el cierre de muchas escuelas unitarias del entorno, centralizando la oferta educativa en el centro. No obstante, la posterior apertura de otros colegios, como lo de Muimenta en 1991, y la reorganización del sistema educativo con el paso de EGB la Primaria, hicieron mermar la matrícula.
SITUACIÓN ACTUAL
El colegio cuenta actualmente con las etapas de educación infantil y primaria, aunque, a causa del número reducido de alumnado, existen aulas mixtas, como las de cuarto y quinto de infantil o tercero y cuarto de primaria. La previsión para lo próximo curso es poder desdoblar algunas de ellas, siempre pendientes de la evolución demográfica. La directora del centro, María Toirán, que lleva siete años trabajando en él —cinco como responsable—, señala que durante ese tiempo se pasó de 89 a 59 alumnos, una bajada notable que marca el pulso del presente y del futuro del colegio.

Aun así, el centro no pierde ni el aliento ni las ganas. El próximo año está previsto que entren más niños de los que se van. Además, son diez docentes de centro y tres itinerantes, con un claustro nuevo, activo y muy implicado. Muchos de los profes vienen de Lugo o Vilalba, aunque algunos pertenecían a la zona. La comunidad educativa trabaja mano a mano con las familias, creando un clima de confianza y colaboración continua. La ANPA, encabezada por Ana, desempeña un papel clave, coorganizando esta celebración de los 50 años.
El CEIP Ramón Halcón apuesta por una educación basada en la convivencia, la participación y los proyectos vivos. Todos los años se articula un proyecto de centro que orienta las actividades complementarias y extraescolares. Este curso, por ejemplo, el tema es el universo, con el que se hicieron disfraces para el carnaval, se decoró la biblioteca y se organizaron salidas como la del Planetario de A Coruña. El apoyo del Ayuntamiento también es fundamental, tanto a nivel logístico cómo económico, facilitando la realización de estas salidas educativas.
PROYECTOS DE FUTURO
En cuanto a proyectos de futuro, el centro participa en el Plan de Mejora de Bibliotecas Escolares, con iniciativas como Radio en la Biblio, Biblioteca Creativa o el club de lectura. Además, el profesorado está implicado en dos proyectos de formación permanente, un centrado en matemáticas manipulativas y otro en por los creativos. También desarrollan un plan de vida saludable y deporte.
Pero no todo es celebración. La dirección del centro también señala las carencias estructurales de un edificio que cumple ahora medio siglo. La accesibilidad es una de las principales preocupaciones: el colegio solo cuenta con cuestas exteriores y no es viable, según los informes técnicos, instalar un ascensor. También se observa con preocupación a posible pérdida de profesorado ligada a la caída del número de alumnos, lo que podría dificultar que el alumnado del rural tenga las mismas oportunidades que los de las zonas urbanas.
Así y todo, el colegio sigue adelante, con la fuerza de toda una comunidad comprometida con la educación, la ilusión de los más pequeños y el trabajo incansable de un equipo docente que, en estos 50 años de historia, no perdió nunca su razón de ser: enseñar, acompañar y crecer juntos.
