O SLG critica as novas axudas da Consellería do Medio Rural de modernización e mellora de granxas

El pasado miércoles 25 de julio, el Diario Oficial de Galicia (DOG núm. 120) publicó la ORDEN de 11 de junio de 2025 por la que se establecen las bases reguladoras de las ayudas destinadas a la modernización y mejora de las explotaciones agrarias de personas agricultoras jóvenes, así como la ORDEN destinada a las personas agricultoras jóvenes, ambas en el marco del Plan estratégico de la política agraria común de España 2023-2027, cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader).
El plazo para solicitar ambas ayudas finaliza el próximo 28 de julio, pero desde el Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas (SLG) critican duramente unas bases que, según denuncian, "no benefician en absoluto a las labradoras y labradores de Galicia".
“Muy pocas granjas en el país van a poder pedir los planes de mejora, porque para poder hacerlo se necesita tener aprobado un expediente de incorporación el año pasado o solicitar una incorporación este año. Es decir, una granja que no tenga personas jóvenes incorporadas el año pasado o este, no puede pedir plan de mejora. Una granja de un chico de 37 años que lleve 10 años incorporado y que por lo que sea necesita renovar o mejorar, no va a poder solicitar la mejora porque no tiene a quién incorporar”, explica Brais Álvarez, responsable de la Secretaría de la Juventud del SLG, miembro de la Ejecutiva de la organización y apicultor.
Consideran que la situación es preocupante porque el 70% de las personas titulares de explotaciones agrarias se jubilarán en los próximos años y la previsión es que las incorporaciones no cubran ni el 5% de los abandonos. "Lejos de actuar ante esta realidad, la Consellería mantiene una dotación presupuestaria insuficiente, lo que provoca que muchas más explotaciones queden fuera de las ayudas que las que acceden a ellas: en 2024, 434 expedientes fueron denegados frente a 180 aprobados".
“El papel de las ayudas debería ser el de dar continuidad y fomentar el relevo generacional, pero desde la Consellería do Medio Rural (CMR) no se dota de presupuestos suficientes, hasta tal punto que ni siquiera se cubren las propias necesidades de la gente que ya está en el sector. ¿Cómo pretendemos incorporar más labradoras y labradores así en el sector?”, se pregunta Álvarez.
El SLG denuncia también la supresión de líneas clave como los planes de mejora para pequeñas explotaciones y los planes de mitigación del cambio climático, que desaparecen como línea propia.
“El año pasado sacaron planes de mejora para pequeñas explotaciones, y también ante las nuevas exigencias medioambientales sacaron una línea concreta para planes de mitigación del cambio climático. Ambas líneas desaparecen este año y, además, las solicitudes de cisternas, fosas de purín, etc., entrarán en la misma línea que los planes de mejora, con lo cual las solicitudes aprobadas pueden verse reducidas”.
Explican que otro golpe para el medio rural es la supresión de la ayuda de incorporación para personas mayores de 40 años hasta los 55, que la CMR presentó como una novedad positiva en 2024.
“Había ilusión en el sector, mucha gente que por circunstancias de la vida no pudo incorporarse antes pero que ahora sí cumplía las condiciones y vio en esta ayuda una oportunidad. Asimismo, no tiene sentido que se excluyan de los planes de mejora los expedientes de incorporación de mayores de 40 años aprobados el año pasado. Se vio que había demanda, ¡pero la abren un año y al siguiente la cierran!”, lamenta el responsable de Juventud del Sindicato Labrego Galego.
Desde la organización agraria también alertan de una mala planificación que está generando crecientes desigualdades entre explotaciones.
“Con la mala planificación del año pasado estamos viendo explotaciones muy subvencionadas y otras que no han percibido ni un euro”, señala Álvarez. “Esa granja que ahora compite en desigualdad tampoco puede pedir un plan de mejora al año siguiente, es decir, que se está perpetuando esa desigualdad entre explotaciones. Hay un desánimo general entre la gente que tiene entre 35 y 45 años, gente a la que le queda media vida en el sector, porque no puede hacer las mejoras que necesita”, apunta.
El Sindicato Labrego Galego exige un cambio radical en la planificación y en la dotación presupuestaria de estas ayudas, así como medidas reales para garantizar el relevo generacional y un medio rural vivo, sostenible y con futuro.