Reportaje: Máxima calidad con buen saber hacer
Las producciones ganaderas experimentaron un importante crecimiento en la última década
Tralo Agro tiene sus orígenes en la casa familiar de Isabel Gómez, allá por 1936. Hijos de emigrantes retornados de Bélgica, una vez en España, “decidimos incorporarnos la una vida en el rural con una visión empresarial y siempre pensando en un tipo de producción sostenible, ecológica y basada en el bienestar animal”, dice Isabel.
Así que “iniciamos nuestra actividad en el 2010 mi hermano y más yo con la cría de ganado bovino ya existente realizando una reconversión de los animales y los pastos a ecológicos lo que duró un período de dos años”. En el 2012, se certificaron como productores ecológicos e iniciaron otra actividad que es la cría de por los campeiro ecológicos.
Ofrecen a los clientes un producto de máxima calidad basado “en el saber hacer que nos transmitieron nuestros abuelos y el respeto al medio ambiente con su biodiversidad, el cuidado y mimo de nuestros animales y alargando los tiempos de cría de los mismos”.
Actualmente tienen 150 cabezas de las cuales la mayoría son raza Rubia Gallega, y las otras cruces y alguna de raza asturiana, además seleccionaron las mejores madres reproductoras. Pero siempre son reses de la propia ganadería y los terneros son nacidos y criados en Galicia que es lo que garantizadores a IGP Ternera Gallega entre otras condiciones.
Su ganado está diariamente en los pastos y los terneros siempre acompañan a las madres hasta el destete, que en esta granja se realiza con 10 o 11 meses de vida. Después, estos terneros tienen sus estancias con cama caliente (paja) y disponibilidade de salir al pasto para su cebo final que se realiza la base de forrajes propios cultivados en la explotación, como maíz y hierba seca.
“Además, como productores de ternera gallega ecológica, decidimos crear una nueva vía de distribución. Una ecotenda en el polígono de Friol”, afirma Isabel Gómez, “se consumes ecológico cuidas de tu salud y axúdas a cuidar del medio-ambiente”.
Juan Varela cuenta con una granja en la parroquia de Rocha, en Friol, en la que hay 450 animales entre madres y terneros. ES una explotación extensiva lo que significa que la mayor parte del año los animales están en el prado en libertad.
“Tengo unos 450 animales de Rubia Gallega”, dice Juan, lo cual lleva cuatro años como titular al frente de esta granja aunque toda una vida en ella, pues lleva desde hace 20 años trabajando.
Para sus labores cuenta con algún empleado que le ayuda en las tareas diarias como la alimentación de hierba seca y sil, para así poder tener la Ternera Gallega Suprema, con los requisitos que marcan las normas como que los terneros deben mamar mínimo hasta los 7 meses y antes de los 10 meses hay que sacrificar a los animales. “El sabor se nota mucho, tiene mucha más calidad que otras carnes y porque la alimentación bono mucho”, dice Varela.
La pandemia también afectó la este sector, pues ellos trabajan con la hostelería y al cerrar los restaurantes vieron mermar sus ingresos. “Bajó el precio y por encima no hubo ventas con la hostalaria cerrada. Además coincidió con la temporada de invierno que ya suene ser floja y con todo esto mucho más”, relata Juan. Pero pasado un año ya nota una pequeña recuperación, “esto mejora pero va poco a poco”, finaliza diciendo Juan.