Un estudio del USC traza la historia del hacha descubierto en Vilapedre en el siglo XIX
Un estudio en el que toman parte investigadores de la USC traza el recorrido de la única hacha perforada de jadeíta alpina encontrada en toda la Península Ibérica y que viajó desde el Piamonte italiano, pasando por la Bretaña, hasta llegar a la parroquia villalbesa de Vilapedre, donde fue descubierta en el siglo XIX
Hay más de 6.000 años se fabricó un hacha a partir de una roca verdosa del Piamonte italiano de los Alpes. De mano en mano, esta pieza acabó llegando a la Bretaña francesa, región en la que fue modificada al practicarle una perforación. Tal vez encarando los peligros de una travesía marítima, el hacha arribó al norte de Galicia. Esta es la conclusión a la que llega el artículo que acaba de publicarse en la revista Journal of Lithic Studies de la Universidad de Edimburgo y que muestra –a través de análisis mineralógicos y elementales– como fue el recorrido de este ejemplar pulido descubierto a finales del siglo XIX en un punto indeterminado de la parroquia lucense de Vilapedre, perteneciente al ayuntamiento de Vilalba. Esta hacha es la única pieza de estas características encontrada hasta ahora en toda la Península Ibérica.
La investigación, firmada por los investigadores de la USC Óscar Lantes, Ramón Fábregas y Arturo de Lombera, así como por autores de la Universidad Nova de Lisboa y del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia, describe el resultado de los análisis mineralógicos (difracción de Rayos X) y elementales (microscopía electrónica de barrido– espectroscopía de Rayos X por energía dispersiva) realizadas tanto sobre el hacha de Vilapedre como sobre diversas muestras de jadeíta y otras piedras verdes procedentes de diversos puntos de los Alpes italianos, donde estas materias primas fueron explotadas durante el Neolítico (V-IV Milenios a.C.). El objetivo consistía, precisamente, en servir de soporte para la manufactura de hachas pulidas que luego circularon por toda Europa, fundamentalmente entre el 5000 y el 3000 a. C.
A través del mar
Los resultados de estos análisis confirman que la roca verde en la que está fabricada la pieza encontrada en Vilapedre, se trata de una jadeíta que muy probablemente venía de las cercanías del curso alto del río Po a su paso por Revello, en el Piamonte italiano, confirmando así las impresiones de diversos especialistas a partir del análisis superficial de esta pieza a lo largo de los últimos cincuenta años.
Sin embargo, resulta muy probable que dicha pieza no viajara directamente desde los Alpes hasta Galicia. “El hacha de Vilapedre fue transportada originalmente a la Bretaña francesa, donde habría sido remodelada siguiendo los gustos locales: puliéndola hasta dotar su superficie de un brillo especular y siendo perforada en su parte proximal o talón, probablemente para ser empleada como adorno destinado a lucir colgado en el pecho de algún individuo prominente”, explica el profesor Ramón Fábregas. Desde la Bretaña viajaría posteriormente hasta el norte de la provincia de Lugo, probablemente por mar, tal y como sugiere la ausencia de este tipo de hachas perforadas en otras áreas al sur del valle del Río Garona.
Aunque el origen exacto de esta pieza dentro de la parroquia de Vilapedre continúa siendo una incógnita, la revisión de los archivos personales de su descubridor, el historiador villalbés fallecido en 1909, Manuel Mato Vizoso, sugiere que el hacha podría proceder de alguno de los túmulos existentes en la parroquia homónima, como los que conforman la necrópolis de Bouza o Veiga da Garea.
Los resultados de este trabajo, realizado en el marco del proyecto ‘JADE 2: Objets-signes et interprétations sociales des jades alpins dans l’Europe néolithique, 2013-2016’ (ANR-12-BSH3-0005-01. Agence Nationale de la Recherche)’, constituyen una prueba más de la existencia de conexiones y de la circulación de objetos entre dos de los principales Finisterres atlánticos, Galicia y Bretaña, desde por lo menos el V o IV milenio a. C.